lunes, 17 de septiembre de 2012

La locura de Patrice Loko


Mientras las palabras de Cristiano siguen creando polémica -dijo que estaba triste y nadie sabe por qué- me ha venido a la cabeza la figura de Patrice Loko, un delantero que fue víctima de una triple confusión propiciada por no haber asumido el dolor de la muerte de su hijo, por su mal comportamiento voluntario y por no adaptarse a la nueva libertad al margen de la familia futbolística del Nantes.

Tras dar los primeros pasos en equipos infantiles de su localidad, Loko ingresó en los cadetes del FC Nantes, club donde inició su carrera profesional debutando en la Legue 1 el 22 de abril de 1989.

Loko, con la camiseta del N
Pero en 1992 su vida personal recibió un duro golpe al sufrir la muerte prematura de su hijo por leucemia, un trágico suceso que determinaría su fragilidad psicológica. Tan sólo quince días después del drama, Loko entrenaba de nuevo y guardaba para sí el dolor. Todo parecía seguir igual, pero el jugador se hizo muy amigo de una chica adepta al espiritismo que le ponía en contacto con el hijo perdido.

El buen rendimiento de Loko hasta entonces le abrió las puertas de la selección en 1993, pero al año siguiente su carrera se vio interrumpida por una lesión y se perdió gran parte de la temporada.
 
El jugador no se rindió. Tampoco se recuperó del golpe sufrido en el 92, pero en 1995 ganó la Liga siendo, además, el máximo anotador del torneo con 22. El Nantes también alcanzó los cuartos de final de la Copa de la UEFA, la mejor actuación en la historia del club en dicha competición.

El 19 de Julio de 1995, Patrice -recién fichado por el PSG- estuvo en Nantes para despedirse de sus antiguos compañeros y desearles suerte. Ninguno de ellos se dignó a saludarle, ya que Loko empezó a comportarse de una forma errática para forzar su salida del club. El gesto que le 'brindaron' sus compañeros fue el detonante de la noche loca de Loko en París.
 

Aquella noche de verano del 95, Lokó acabó golpeando a policías, porteros de discoteca y a los coches de toda una calle. En comisaría decidieron que había que hospitalizarle porque presentaba graves síntomas de desorden mental y en la clínica lo primero qué hizo fue dedicarse al exhibicionismo. Dos días después los directivos del PSG consiguieron recuperar al jugador e intentaban convertir el asunto en una borrachera descomunal pero, no pudo ser. Los nervios y la ansiedad de Loko aconsejaron su reclusión.


A pesar del pésimo inicio, su etapa en el PSG fue fructífera en lo que a títulos se refiere. En su primera temporada con los parisinos conquistó la Recopa de Europa con Loko de titular en la final. La campaña 1996-97 Loko fue el máximo goleador del club parisino -15 goles en liga y 4 en la Recopa- aunque el equipo se quedó a las puertas de los títulos: subcampeón de Legue 1 y de la Recopa de Europa. Loko volvió a ser titular en la final europea, aunque en esta ocasión los franceses se vieron superados por el Fútbol Club Barcelona de Bobby Robson y Ronaldo.

Pero en 1997 sufrió, de nuevo, otra depresión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego, aunque regresó en el tramo final de la temporada, a tiempo para disputar la final de la Copa de la Liga ante el Girondins de Burdeos. A pesar de salir como suplemente a 16 minutos del final, Loko tuvo un papel decisivo en el título, dando dos asistencias de gol que forzaron la tanda de penaltis, en la que él anotó el último y decisivo lanzamiento. Ese año también fue  campeón de Copa -no disputó la final- y de la Supercopa.
 

Ese fue el último año de Loko al más alto nivel. Acabó su carrera profesional dando tumbos por diferentes clubes de Francia y en 2004 decidió colgar las botas con 34 años. Tras su retirada ha sido entrenador de equipos amateurs y de fútbol base.

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